miércoles, 6 de enero de 2010

Reencuentro.

El termómetro del coche marca 3 grados escasos y el simbolo de la nieve empieza a parpadear avisando del riesgo. Llevo los ojos inundados de lágrimas buscando el momento de salir y mis manos tiemblan mientras sujeto el centro de rosas blancas .
El silencio reina entre nosotros,pero es un silencio bonito,tierno. Tanto mi padre como yo la queremos como a nuestra vida y a los dos nos duele tener que venir a este sitio,aunque nos morimos por en cierto modo,estar cerca de ella. Entendemos el por que de los ojos enrojecidos del otro y de vez en cuando nos miramos timidamente,para ver si alguno de los dos necesita una palabra de ánimo.
Llegamos y rodeando el muro de piedra,aparca. Bajo y el aire me congela todavia más la nariz.
El cementerio está en un sitio alto,es mucho más frio que el centro de la ciudad.
Entramos por la parte de atrás y mirando al cielo,cojo aire ruidosamente. Me muerdo los labios para no llorar y miro a las tumbas con tristeza. Me imagino los sueños,las metas,los amores,los desamores,los secretos.. todo lo que esta gente se ha llevado consigo al morir.
Llegamos a nuestro sitio,es uno de los más tristes a mi parecer,justo enfrente está la parte donde entierran a los bebes.. a mi se me hace muy dificil pasar sin mirar,como si no hubiera nada.
Yo me encargo de colocar el centro y las flores que están a los pies mientras mi padre,sin quitar la vista,mira las letras plateadas .
Entonces empieza mi monologo interno y entre lágrimas que seco rapidamente para que la abu no se de cuenta,miro fijamente el mármol.
'Abuela.. Felicidades atrasadas! Siento no haber venido ayer,pero no pude.. no habia autobuses y papá no me podia subir por que tenia que hacer recados con mamá. Pero bueno,lo que importa es que he venido,no? Has visto? Vengo sin maquillar! Y sin el flequillo,que se que no te gustaba que el pelo nos tapara la cara,ni a mi ni a Vane. Me tengo que ir ,por que tenemos que hacer cosas en casa .. pero prometo volver este mismo mes. Hasta luego tata! Te quiero mucho.'
Ahora si puedo llorar,ya no me va a ver ni a oir. Me quedo atrás para poder llorar a gusto,pese a que se que papá no me va a molestar. Cuando llegamos al coche y entro de nuevo miro al muro y a las cruces que salen por arriba y sin dirigir la mirada hacia mi padre,digo en alto: ' Cada vez la echo más de menos' . Me pasa el brazo por la espalda y besandome el pelo me dice con la voz entrecortada que él también.
Una visita fugaz.. a la casa de la abuela.

4 comentarios:

  1. Bueno... yo más bien creo que no están ahí, sino en nuestros corazones. Recorren nuestra sangre y están en esa forma de mirar, de caminar o de agarrar la lapicera. Viven en nosotros, creo. Un beso!

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  2. Es normal echarlas de menos, pero yo, estoy de acuerdo con el comentario anterior: viven con nosotros.

    Por cierto! FELICIDADEEEEEEES!! Más vale tarde que nunca. 17!!! Wooow, nena, así eres de descarada y fresca a la hora de escribir , me gusta ;o)

    Un beso!

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  3. Oh, gracias, no lloraba desde ayer. :-)

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  4. Un beso..en estas ocasiones poco más se puede decir
    :*

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