Hay vidas,y vidas.

Hoy me apetece hablar de él,describirlo. Intentando haceros un marco de la situación,de como me fijé en él y de como a día de hoy,se me hace imposible apartar mis ojos de los suyos. Supongo que es cosa del invierno,pensar en el frio que debe pasar de noche,o las ganas de una sopa calentita que tiene que pasar,me hacen pensar más en él.
El vagabundo del que os hablo tendrá aproximadamente unos treinta y algo,a lo mejor,menos. Pero la gente que está en la calle,está muy estropeada y probablemente tenga algunos menos.
El pelo largo le enmarca la cara de una forma risueña y la barba le da un aspecto cómico,por que cuando sonrie se le mueve mucho la perilla y se hace muy gracioso.
Tiene los labios finos y los dientes estropeados,me imagino de que.. pero no me gusta mucho pensar en eso,es un tema demasiado espinoso.
Pero lo más bonito de él,sin duda,son sus ojos. Tiene los ojos marrones muy oscuros,a veces incluso diria que son negros,pero fijandote bien,ves que no. No sé bien como explicaros esto,pero es una de esas personas que tienen una mirada.. profunda. Ojo,que no penetrante,si no profunda.
Es de esa poquisima gente que la miras y sabes que son buenas personas,que no son malvadas. Que son especiales. Que tienen algo. Él es de ese grupo.
No es muy alto,pero tampoco bajo. No está ni delgado,ni tampoco gordo. Es una persona de complexión normal. Las manos gastadas y los mofletes inflados. Arrugas en los ojos casi imperceptibles a no ser que lo mires fijamente y una ternura infinita.
Me fijé en él.. hace algo menos de dos años,o eso creo. No lo recuerdo bien.
Lo miré por que tenia un huskie,que son de mis perros favoritos y sonrei por que el perrito tenia un ojo de cada color. Entonces él levanto la vista de la flauta y al ver que yo estaba sonriendo mientras lo miraba,me la devolvió. Avergonzada,aparte la mirada y no le di más importancia.
Pero al día siguiente apareció por allí de nuevo y entonces me fijé más a fondo en él por que habia salido de las primeras y tenia que esperar a Raquel.
Tenia la mirada más bonita que habia visto hasta entonces. Me hacia sentir especial solo por la forma en que me observaba. A partir de ahí.. las sonrisas empezaron a ser una rutina,era como si viniera a saludarme,a ver que seguia en el mundo. A verme.
Siempre habia oido que los pobres eran así por que habian elegido esa vida al meterse en temas de drogas,apuestas o malas jugadas. Me lo habian dicho así,y así yo me lo habia creido. Hasta esa vez.
Empecé a ahorrar el dinero que me daban para salir los sábados por la tarde y se lo daba a él cuando lo veia por la semana. Sobre todo los lunes y los martes,que era cuando más se pasaba por allí. Siempre el mismo 'Hola.. toma' y siempre el mismo 'muchisimas gracias guapa' . Siempre la misma forma de torcer la cabeza. Siempre el mismo rechazo cuando le ofrezco un billete. Siempre las mismas palabras para que lo acepte. Siempre la misma sonrisa. Siempre las mismas lágrimas después de pasar a su lado.
Es él,el motivo por el cual tengo que salir de clase cuando mi profesora de sociales dice que tiene que haber pobres igual que hay ricos. El motivo por el cual lloro cuando oigo que un vagabundo en no sé donde ha muerto de frio. De la persona que me acuerdo cuando me meto en cama y me tapo hasta la nariz con la manta. Por la que le cojo el dinero a mis padres y por la que discuto cuando dicen que una persona es pobre,por que él lo ha elegido así.
No sé su nombre,probablemente jamás me atreva a preguntarselo.. pero me llena más que muchisimas personas de las que sé hasta donde tienen los lunares. La conversación más larga que hemos tenido habrá durado unos cinco minutos,pero..
sé que es una de las personas que más quiero en este mundo,por la que más lágrimas he derramado y la que más falta me hace.