martes, 9 de febrero de 2010

Nunca creyó comprender el por que.

Era uno de los bares más elegantes de Santiago,acudian siempre los séquitos de pijas con all stars blancas acompañadas de sus novios con el pelo casco y los pantalones pitillos de colores variados,pero practicamente iguales,que parecian que los habian comprado todas juntas en una jugueteria.
También solia haber señoras mayores que se habian pasado con el maquillaje y en su día,con las bofetadas en la educación de sus pequeños Ortega,Ferrer,del Oro y que se vestian con bichos muertos.
Al fondo estaba ella,la chica morena de todos los viernes,con su chocolate suizo,su paquete de camel y su mirada apagada. Miraba a todos lados,con los ojos tristes,muchas veces,empañados en lagrimas.
Como cada viernes,como cada maldito viernes desde hace un año.
Encendió el penúltimo cigarro,lo dejo consumirse y luego fue a por el último,que como siempre,rompio a la mitad nada más empezarlo.
El camarero siempre se habia preguntado el por qué de su ritual,pero le falto valor para acercarse a hablar con ella pese a ser una clienta habitual.
Cuando terminaba el chocolate,pagaba sin decir una palabra,se iba y abría un paquete nuevo nada más salir por la puerta. En algún momento creyó recordar que antes iba acompañada por un hombre mucho más mayor que le prohibia fumar e incluso le tiraba del pelo .. pero no estaba seguro de si era la misma chica,habian pasado ya dos años y no se acordaba de todos los clientes.

6 comentarios:

  1. me da miedo venir a visitarte que siento que me quedo atrapada o enlatada.. jajaja no t creas!

    que buena historia... no se proque pero igual se me antojo el chocolate.. =0)

    besitos nena

    ResponderEliminar
  2. Una buena historia, pero me produce melancolía, imagino estar en la piel de esa chica, y pienso....Todos en nuestra vida hemos tenido la mirada triste y hemos cumplido nuestros rituales, a nuestra manera claro esta..

    Y recuerdo los mios....Aisss

    ResponderEliminar
  3. Lo raro es que los pijos no estuvieran en un Starbucks... una cafetería de donde la chica morena sea cliente tiene demasiado nivel para ellos. :-)

    ResponderEliminar
  4. siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!
    estoy aquí, estás tú en mis paradojas y yo en tus jazmines!!!! que contenta estoy!!!

    Por cierto, a ese camarero le pasa lo que a mí. Muchas veces, aunque no quiera, aunque no me interese, cuando me cruzo con alguien, me pregunto cómo será su vida, qué le rondara por la mente y cosas así. No sé, me ha venido.

    te mando un saludo coooon un fuerte abrazo niña de los jazmines!

    ResponderEliminar
  5. Mmmmh, chocolateeeee.
    Estoy con X, por aquí los pijos van al Starbucks a lucir pantalón pitillo, claro que en el Stadbuks lo tendría complicado para fumar no sea que los granos de café recién traídos de colombia por UPS express pierdan su aroma...

    Ains, y por qué lo de cortarlo por la mitad? El cigarro quiero decir.

    Un beso vecina!

    ResponderEliminar