miércoles, 30 de diciembre de 2009

Volví

Hacia muchisimo frio y solo llevaba una camiseta y una ligera chaqueta de entretiempo. Él una parca y también una bufanda. Si fuera un caballero,me la habria dado o por lo menos,me haria un hueco en la chaqueta; pero tengo asumido que él no es así. Es romántico y cariñoso,pero a su manera,los convencionalismos le gustan poco,por no decir nada.Nos encondimos en la parte posterior de mi casa ,que da a una gran explanada de terreno.. desde ahí pueden verse las luces lejanas de otros pueblos o ciudades.
Se sentó en un gran saliente de la irregular pared y con la mirada me pidió que me acercara. Fui hasta él y cabeceé contra su cuello. Sus manos apartaron la empapada camiseta y noté sus dientes en mi hombro. Suspiré alzando la mirada al cielo y sonrió como un loco. Con esa sonrisa de guarro que solo él tiene. Sorprendentemente abrió la chaqueta y me metí dentro,asustada lo miré y le pregunte que iba mal. Durante un par de minutos sus sonoras carcajadas fueron las únicas respuestas que obtuve; después me miró y burlón me explicó que estaba demasiado fria para besarme y que mejor era que estuviera más caliente. Me sonrojé y deje de mirarlo.
Entonces vi su dedo por delante mia,señalandome uno de los puntitos de luz casi apagados ya y riendose me dijo que era nuestra futura casa. Empezamos a ponerle nombres imaginados a todos los pueblos que alcanzabamos a ver..
Cuando se cansó de decir gilipolleces me llevó a su casa por la ventana e hicimos el amor toda la noche.

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